lunes, 14 de abril de 2014

MI RECORRIDO EDUCATIVO

Para entender como somos y lo que queremos ser, es imprescindible mirar hacia atrás, tener en cuenta el entorno en el que hemos crecido y acordarnos de todos aquellos que pasaron por nuestras vidas dejando una huella imborrable en ellas. Es por esto que he realizado una línea de tiempo, con el programa Dipity, que recoge todo mi recorrido educativo, desde la etapa de Educación Infantil, hasta mis actuales estudios universitarios en la Escuela de Magisterio de San Sebastián. 




La línea de tiempo hace resumen de mi recorrido en las diferentes instituciones educativas. Pero, teniendo en cuenta que han sido muchos años y muchas experiencias las vividas, me gustaría adentrarme un poco más en cada etapa para compartir con vosotros los sentimientos y los recuerdos que me vienen a la mente al echar la vista atrás.

1994- 1998

En el año 1994 comienza mi vida escolar en el colegio Murumendi de Beasain. Mi experiencia en Educación Infantil la recuerdo divertida, emotiva y cargada de afecto por doquier. Recuerdo a todos mis compañeros, todos eramos una piña. Siempre me sentí integrada y querida por ellos. 

Algunos de mis compañeros y yo disfrazados de ratitas/ratones presumidas/os in 1996

En cuanto al equipo de maestros sólo recuerdo a una que me lo hacía pasar muy mal (el único mal trago de la etapa), siempre me echaba la bronca por llevar el pelo suelto y eso para mi era un suplicio. Recuerdo que la mayoría de las veces acababa llorando. 

De las aulas de infantil aún recuerdo el rincón del juego simbólico, "Etxe Txokoa", en el que pasaba horas y horas cuando nos dejaban tiempo para jugar libremente. También recuerdo que adoraba pintar y dibujar. 

1998-2004 

Adiós a Educación Infantil y hola a Educación Primaria. En esta etapa los dos grupos que estaban conformados por la quinta del 92 , pasaron a ser cuatro ya que, nos mezclaron con los niños un año mayor que nosotros. Aún recuerdo el nombre de los grupos: Horia, Gorria, Urdina eta Berdea. 


El sistema al igual que Educación Infantil se basaba en los rincones, pero ahora ya pasaron a ser rotativos y no libres. Es decir, que no podía pasar todo el tiempo que quería en la casita, ahora tenía un tiempo limitado(si no recuerdo mal cada semana un grupo pequeño de cuatro o cinco personas permanecía en un rincón).  Recuerdo cuanto odiaba la semana que tenía que estar en el rincón del banco, los números, las mates...¡puuuaj! Y lo que me encantaba estar en el rincón de la casa y en el telar, donde solíamos tejer y realizar manualidades de lana. 


Recuerdo mis tres tutoras de Educación Primaria con mucho cariño: La dulce Merche en el primer ciclo (primer y segundo curso), la autoritaria y pelirroja Inma en segundo ciclo (tercer y cuarto curso) y mi querida Sergi en tercer ciclo (quinto y sexto curso). Las tres, sin excepción, me ayudaron mucho y siempre confiaron en mí. Esa confianza por parte de mis tutoras, fue lo que me motivó en mi proceso de aprendizaje. 


Recuerdo también a mi profesora de Lengua y Plástica Mila y lo divertidas que eran sus clases, y su famoso "Olles un poquito de por favor ehh"; la seriedad y autoridad de mi maestro de gimnasia Txema ¡encima no me gustaba mada correr!; el perfeccionismo y el deseo por que todo estuviera perfecto de mi profesor de matemáticas y ciencias naturales Javi; Anttoni, mi querida maestra de inglés...


Recuerdo que me encantaban las ciencias naturales, plástica y lengua; pero no venían conmigo las matemáticas ni la gimnasia. 


Mi primer contacto con la tecnología fue en este centro y en esta etapa:


ATXIPI IRRATIA: Recuerdo que teníamos un programa de radio en la escuela al que acudíamos para presentar nuestras obras y trabajos de lenguaje, de euskera...Cada mañana, recuerdo que dábamos las noticias (recogidas el día anterior en el telediario). Era muy divertido cuando nos tocaba pasar el día controlando la música y los micrófonos del estudio. 


MURUTXIKI: Así se llamaba la revista de la escuela que cuatro alumnos del colegio diseñaban diariamente en el txoko de prensa. En esta revista, recogíamos  las entrevistas que realizábamos, los trabajos de los alumnos, noticias, recomendaciones, el tiempo... Me encantaba cuando me tocaba diseñarla, era muy divertido. 


MURU TELEBISTA: Por desgracia comenzó a funcionar el año en el que nos fuimos del centro...¡Una pena! Con lo que me hubiera encantado verme en la tele...


2004-2008

La ESO fue para mí descubrir un mundo nuevo, salir de una burbuja, como irme de casa, porque Murumendi para mí fue mi casa. Fue como volar de nuestro lecho y aterrizar en un mundo totalmente desconocido: Gente de todo Goierri (a mí me tocó compartir clase con los de Zegama), nuevas instalaciones, nuevos profesores...


Recuerdo los primeros días como un caos. Todo era como una locura y muy confuso. Me sentía pequeña ante gente de 16-17 años, cuando el año anterior mi quinta era la mayor del centro.  Pasamos de ser los jefes del colegio a los bebés del instituto, y eso me hacía sentir insegura. 


Poco a poco, según el curso iba avanzando, fui conociendo a mis compañeros (mis profesores ayudaron en ese proceso de conocernos). Hoy por hoy, doy gracias a la vida en haberme puesto en mi camino personas tan maravillosas: Bea, Lierni, Arkaitz, Aritz, Joseba,...


Mi tutora en primer y segundo curso de la ESO fue Nieves, la hermana del perfeccionista de mates y natur de Murumendi. Recuerdo una maestra autoritaria, comprometida con lo suyo, muy divertida y lo más importante, una maestra que ayudaba a sus alumnos tanto académicamente como personalmente. A mí, personalmente, me ayudó mucho, más de lo que ella se imagina, y es por eso que la recuerdo con tanto afecto y puedo decir que la quiero mucho. Nieves ha sido una de las maestras que te marcan, una de las maestras que no se te olvidan, porque todo lo que hacía, lo hacia de corazón. 


Recuerdo también a la rubia de Inglés y Francés, Maite; la dulzura y el tacto de Joxemi de Tecnología; el buen rollito de Gotzon en Gimnasia; Manoli y sus siestas en Geo e Historia y Plástica, en definitiva, profesores que nunca olvidaré.


Tercero y cuaro de la ESO fueron ya más complicados: Nieves dejó de ser mi tutora, el grupo de profesores cambió por completo, el contenido académico se complicaba...A eso le añadimos la tontería de los 14 años y los primeros amores...


Me asignaron como tutora a Lourdes, la profesora de Euskera que no me caía nada bien. Era demasiado autoritaria y poco comprensiva. Pero...he de decir que le acabé cogiendo cariño e incluso en cuarto, al despedirnos, nos dimos un emotivo y tierno abrazo en el que se disiparon todas las tensiones que había entre nosotras. 


De tercero y cuarto también recuerdo a Iñiguito, mi profe de Mates, un amor era Iñiguito, y vaya paciencia que tenía pata explicarme la materia todos los recreos; a Mikel, mi profe de Plástica, que nos dejaba escuchar música en clase para así relajarnos y trabajar en un ambiente divertido y de confianza; a la paciente y tierna Mariaje de Lengua; y a la Chasco, nuestra diva personificada que nos impartía Cultura Clásica y Latín. 


Recurdo lo divertido que fue viajar con todos ellos a Salou en fin de curso, lo bien que nos cuidaron, lo bien que se tomaron su papel como papis de 80 alumnos en plena adolescencia. 


Informática...creo que sólo tuve en cuarto curso y porque lo escogí como optativa. No recuerdo al profesor que la impartía, pero si recuerdo que era un chico y que trabajamos con Microsoft Oficce (Word, Excel, Power Point...) y con Photoshop. 


2008-2010

El Bachillerato lo cursé en el instituto Txindoki Alkartasuna de Beasain, actualmente conocido como BIP(Beasaingo Institutu Publikoa).


Creo que los dos años que permanecí en el centro, fueron los más difíciles de mi vida escolar: los profesores dejaron de ser cercanos (excepciones aparte), la mayoría de compañeras eran nuevas(digo compañeras por subrayar que de 25 sólo había 3 chicos en la rama de humanidades), las materias eran más complicadas... Pero mi sueño de ser maestra, podía con todo ello y con lo que me echaran encima y si debía pasar por ese mal trago, lo haría.  Y así lo hice.


Recuerdo a mis maestros y maestras, a Eskarne y su lucha por meterme el Euskera hasta en la sopa, a Antonio y su mágico y aburrido mundo de la Historia, a la pija apasionada por el Arte Maite, el salado de matemáticas Joseba, el luchador por desarrollar mentes críticas y reflexivas de Lengua Castellana Fran y la Juana de Arco de la modernidad de filosofía Sara (recuerdo lo amenas que eran las clases con sus locuras). 


Pero digan lo que digan y piense lo que piense, se pasaron los dos años en un visto y no visto; y entonces me dí cuenta de que todo esfuerzo, merece la pena.


Cada vez me sentía más cerca de alcanzar mi sueño...



2010-2012


El curso que realicé en el Instituto Oianguren de Ordicia sobre Educación Infantil fue extremadamente constructivo en cuanto a mi formación docente. Aprendí mucho y me ayudó a verificar a ciencia cierta, que eso era lo mío, que esa era mi vocación. 


Los profesores y profesoras lejos de ser lejanos, eran más cercanos que incluso en la ESO. 

Recuerdo la monotonía y simpatía de Andoni, que siempre hablaba de la importancia del trabajo en equipo, la sabiduría de Pilare, la cercanía y la pasión de Itxaso, la dulzura de Debora, la tímida y familiar Gemma, la Física Cuántica y la locura de Imanol...

Recomendaría desde aquí a toda futura maestra que pasara por un ciclo formativo como el que tuve la suerte de realizar; y a poder ser, antes de adentrarse en una carrera como Magisterio. El ciclo, ayuda a llevar una base a la universidad, ayuda a no andar perdido cuando te hablan de temas y conceptos relacionados con la educación y te ayuda a comparar la práctica ya realizada, con la teoría. 


El ciclo como acabo de mencionar, me dio la oportunidad de realizar prácticas en diferentes centros escolares: 


En septiembre del año 2011, tuve el placer de adentrarme en el mundo de la educación como andereño en un aula de dos años, en la escuela "LA SALLE SAN JOSÉ" de Beasain. 

Este mes me ayudó a comprender lo que en la teoría llamamos "Periodo de adaptación escolar". 
La estancia fue mágica y muy divertida. Aún recuerdo a mis niños y aún se me cae la baba al recordarlos.


Colegio "La Salle San José"
El segundo periodo de prácticas tuve el placer de realizarlo en Prato (Italia) entre marzo y mayo del 2012. El marcharme al extranjero fue un reto para mí; ya que, nunca había salido del país por tanto tiempo, y mucho menos sin mi familia.  La guardería en la que realicé mis prácticas se llamaba "IL TRENINO BLU". Los comienzos fueron muy difíciles, pero he de decir, que aún fue más difícil el tener que despedirme de los niños cuando me tuve que volver. Creo que esta experiencia, ha sido la mas enriquecedora en mi recorrido hacía la docencia; ya que, gracias a ella he conocido un nuevo idioma, una nueva cultura y sobre todo, nuevas metodologías de trabajo con niños.
Guardería "Il Trenino Blu"
Desde aquí agradezco a todas las maestras y a todos los niños y niñas que compartieron conmigo estos periodos de prácticas. Gracias a todos por su empeño y por el cariño que me dieron. Gracias por compartir todo lo que sabíais conmigo y ayudarme a crecer como profesional y como persona. Echo de menos el llegar todos los días y ver esas personas llenas de felicidad e inocencia, que disfrutaban conmigo y que me daban todo. Personas que me enseñaron el valor de la vida. 

Pero no me conformaba con un grado superior, quería saber más y más sobre los niños y sobre la educación. Así es como en 2012, llegué a la Escuela Universitaria de Magisterio de San Sebastián. 


2012-actualmente
Creo que la Escuela Universitaria de Magisterio de San Sebastián me está dando la oportunidad de crecer profesionalmente y cognitivamente. He aprendido muchas cosas que no sabía antes de llegar aquí y de eso se trata,de venir para aprender. Lo que más me gusta de la carrera es que la mayoría de asignaturas ,tienen que ver con la psicología, ciencia que me apasiona. He de decir que hasta el momento, los maestros que he tenido, han sido más cercanos de lo que en un principio me imaginaba. Eso sí, la carrera de magisterio, no es lo que yo me imaginaba, imaginaba más práctica que teoría, más experimentación, observación y vivencias que nos ayuden a construir la teoría.



Agradezco a todos los maestros y maestras, a todos mis compañeros y compañeras y a todos los niños y niñas que he conocido, porque todos y cada uno de ellos me han ayudado a crecer y a ser lo que soy y lo que seré.  Todos en mayor o menor medida me han enseñado a saber lo que quiero y lo que no quiero ser. 


Habiendo analizado todo mi recorrido, me doy cuenta de que en la etapa infantil no tuve ningún maestro de género masculino y de que todos los maestros masculinos que he tenido, han sido de matemáticas, tecnología o informática (las demás asignaturas las han impartido mujeres) a partir de la Educación Primaria. He caído en la cuenta de que las optativas de la ESO, comienzan a segregar el género masculino y femenino, haciéndose notar en el Bachillerato, en el que el 95% de las chicas escogen ciencias sociales y humanidades y el 95% de los chicos, la rama tecnológica. La más nivelada en cuanto a genero, por mi experiencia, es la rama científica, pero aún y todo, es dominada por el sexo femenino. Las carreras universitarias son las que acaban segregando el género masculino y femenino en su totalidad, no hay más que mirar las mujeres que realizan carreras como Magisterio de Educación Infantil y los hombres que realizan Ingeniería o Informática. 

La ideología de la sociedad, es la culpable de todo lo mencionado en el párrafo anterior, porque es la primera en criticar a un hombre que quiere ser profesor de niños pequeños, entre otros ejemplos. Sólo es cuestión de cambiar lo que hasta ahora nos han venido contando, y que mejor que comenzar a inculcar una igualdad desde la infancia, porque es la infancia la que conformará la futura sociedad. Y si contribuimos como docentes, puede que algún día, la igualdad sea una realidad y no una pantomima inventada por el individuo. 

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